La palabra vegetariano fue acuñada por los fundadores de la Asociación Vegetariana Británica en el año 1842 y deriva de la palabra latina vegetus que significa “completo, sano, fresco o vivaz”.
En 2014 el diccionario de la Real Academia Española (RAE) incorporó la palabra “veganismo” como “actitud” que rechaza “alimentos o artículos de consumo de origen animal” y que se diferencia del “vegetarianismo” que es un “régimen alimenticio” que “admite uso de productos del animal vivo, como los huevos o la leche”.
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La búsqueda de alimentos cada vez más saludables ha derivado en una tendencia que apuesta por los alimentos vegetarianos y las formulaciones veganas. Por otra parte, para muchos el vegetarianismo es una filosofía y un estilo de vida.
El vegetarianismo podría clasificarse del siguiente modo:
Vegetariano |
Es el término que se refiere a las personas que no comen carne de ningún tipo, ni derivados de animal, como lácteos, huevos y miel. También se lo conoce como “vegetariano estricto”. |
Vegetariano vegano |
Es quien sigue una dieta exclusivamente basada en alimentos de origen vegetal, sin excepciones de ningún tipo. Pero además amplía su compromiso con la ética rechazando el uso de animales para cualquier fin. Excluyendo en todo el ámbito de su vida el uso de derivados de animales o de productos que hayan implicado para su fabricación o producción la explotación y/o el sufrimiento de algún animal. No utiliza los derivados de la matanza y/o explotación de animales, como cuero, lana, seda, cosméticos, etc., oponiéndose también a todo experimento y/o testeo sobre animales, rechazando además la utilización de animales para entretenimiento (zoo, circos, acuarios, rodeos, carreras, corridas de toros, etc.), dándole de este modo una especial importancia a la ética. |
Crudívoro vegetariano |
Es aquel que come todo crudo, frutas, verduras, nueces, semillas, legumbres, cereales, brotes, etc. El crudívoro no cocina las comidas, prefiere ingerir todo en su estado natural crudo, no cocina, a lo sumo calienta hasta los 40°, conservando de este modo los más valiosos atributos y propiedades que poseen, cualquiera de las modalidades vegetarianas puede ser crudívora. |
Crudívoro vegano |
Ídem al anterior, pero extiende su compromiso ético y rechaza por completo el uso de animales para cualquier fin. También se conoce como “crudivegano” |
Frugívoro |
Se alimenta exclusivamente de frutos, generalmente crudos y de época. Esta es la forma de alimentación que más se acerca a la perfección alimenticia del ser humano, tanto por su calidad energética como por la no obstaculización de la ley de evolución. Para ampliar la información sobre esta modalidad ver frugivorismo |
Frugívoro vegano |
Ídem al anterior, pero extiende su compromiso ético y rechaza por completo el uso de animales para cualquier fin. También se denomina como “frugivegano” |
También existen algunas variantes de transición, éstas se refieren a las personas que son vegetarianas pero incluyen en su dieta alimentos derivados de animal, como lácteos, huevos y miel: |
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Api-ovo-lacto-vegetariano |
Además de alimentos de origen vegetal también incluye en su dieta, derivados de animal, como miel, huevos y lácteos. |
Ovo-vegetariano |
Incluye solo huevos |
Api |
Incluye miel y se puede referir indistintamente a cualquiera de las variantes ya explicadas más arriba, o sea que, podría ser api-ovo-lacto-vegetariano o api-ovo-vegetariano o api-lacto-vegetariano o simplemente api-vegetariano. |
De acuerdo con la Unión Vegetariana Internacional en 2017 había más de 600 millones de veganos en el mundo. China tiene 50 millones de vegetarianos. El 80 % de la población de la India sigue esta dieta por motivos religiosos. El 10 % de los adultos estadounidenses sigue una dieta vegetariana. En Alemania 7,7 millones declaran ser vegetarianos. En el Reino Unido el 12% de los adultos y el 20% de los jóvenes de entre 16 y 24 años siguen una dieta vegetariana o vegana.
En Latinoamérica, datos de una encuesta realizada por Nielsen en 2016 a 30.000 personas de 63 países, reveló que en la región el 19% de los encuestados se declaró vegetariano, el 15 % flexitariano (son quienes siguen una dieta principalmente vegetariana, pero con un consumo esporádico de carne o pescado) y el 9 % vegano. México se destacó como el país con mayor número de vegetarianos de América Latina
La Unión Vegana Argentina (UVA) informó el 01/10/19 que el 9 % de la población es vegana y vegetariana es decir que, considerando que Argentina tiene 44.500.000 de habitantes, 4.005.000 de personas son veganas y vegetarianas.
En el año 2000 el Comité del Codex sobre etiquetado de los alimentos publicó un anteproyecto de directrices para el uso del término “vegetariano”.
En Argentina no existe una definición legal para los alimentos veganos, por lo que no está permitido rotularlos como tal y/o utilizar logos identificatorios.
La Comisión Nacional de Alimentos (CONAL) se encuentra actualmente tratando el tema, en el anexo VII del acta de la reunión de los días 1 y 2 de octubre de este año, presentaron un informe sobre “Atributos artesanal, natural, vegetariano y vegano” con el análisis de la legislación nacional e internacional al respecto.
Existen iniciativas y proyectos privados sobre de la definición, identificación y certificación de los alimentos veganos entre los que podemos citar:
Sin duda se trata de un segmento de mercado que está acaparando la atención de las empresas productoras de alimentos de nuestro país, que implicará trazar una estrategia competitiva basada en la diferenciación del producto. Asimismo esta tendencia necesita la definición legal de los alimentos veganos en el Código Alimentario Argentino para poder rotularlos y publicitarlos de esta manera.
También crece el mercado de suplementos o alimentos enriquecidos dirigidos especialmente a los consumidores vegetarianos y veganos. Se trata de lanzamientos que se producen para cubrir las nuevas necesidades dietéticas y nutricionales como el contenido de aminoácidos, ácidos grasos esenciales, vitamina D, vitamina B12, etc. que normalmente se obtienen de carnes y pescados.
Se consolida una tendencia hacia la búsqueda de productos sustitutivos de la carne, no solo en cuanto al nivel de proteínas, sino que resultan capaces de jugar un papel similar en cuanto a textura, sabor, color y como ingrediente en las nuevas recetas. Entre los alimentos emergentes, se destacan por su capacidad como sustitutos de la carne las legumbres, las semillas, los granos y cereales ancestrales o cultivos andinos y los frutos secos.
Cada día son más las personas que se preocupan por el deterioro del planeta y apoyan las producciones sustentables y los “negocios sostenibles” eliminando o disminuyendo el consumo de carnes, por ejemplo, abriendo así una oportunidad para emprender con éxito.
Fuentes y lecturas recomendadas:
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