El consumo excesivo de sal es el principal factor de riesgo de hipertensión en la población. La hipertensión constituye a nivel mundial la principal causa de muerte prematura y la segunda de discapacidad por enfermedades no transmisibles como el infarto, los accidentes cerebrovasculares y las enfermedades renales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un consumo de sodio en los adultos de menos de 2 g/día (5 g/día de sal).
El 75% de la población mundial consume el doble de sodio de lo recomendado, según las investigaciones de la Escuela de Salud Pública de Harvard (EEUU).
En Argentina según el Ministerio de Salud el consumo promedio diario por persona de sal es 12 g; el 17,3% de la población agrega siempre sal a la comida luego de la cocción; el 34,1% de la población tiene hipertensión arterial; el 65% - 70% aproximadamente del sodio que consumen proviene de los alimentos procesados o industrializados.
Por lo tanto, son varios los actores que deben trabajar en la intervención: la industria alimentaria, a través de la disminución gradual y continua de la cantidad de sal agregada a los alimentos; los medios de comunicación, a través de campañas continuas para alentar un menor consumo de sal en los hogares y las comunidades; y los gobiernos, a través de la implementación de políticas y estrategias públicas para crear entornos que permitan a las poblaciones consumir cantidades suficientes de alimentos nutritivos que constituyan una dieta sana con menor cantidad de sal.
En nuestro país, a través del decreto 16/2017, se reglamentó la ley 26.905 que tiene por objetivo promover la reducción del consumo de sodio en la población y, entre otras cosas, establece los valores máximos de concentraciones del mineral en diferentes grupos de alimentos envasados. A su vez, establece lineamientos para publicidad y servicio de menús en establecimientos gastronómicos de manera que promuevan un menor consumo de sal.
Entre las políticas públicas para la reducción del consumo de sal se encuentran:
- La iniciativa Menos Sal Más Vida que constituye una de las principales acciones de promoción de la salud y forma parte de un plan integral de prevención y control de enfermedades crónicas no transmisibles.
- El programa de monitoreo de las reducciones del contenido de sodio de alimentos procesados cuyo seguimiento de las metas específicas y monitoreo analítico es coordinado por el Instituto Nacional de Alimentos (INAL-ANMAT).
- La definición de los valores máximos del contenido de sodio en diferentes categorías de alimentos previstas en la ley a través del Código Alimentario Argentino.
Desde la reglamentación de la ley hubo tres modificaciones/actualizaciones del CAA sobre de los contenidos máximos de sodio:
- En el Boletín Oficial del 03/01/17 a través de la Resolución Conjunta 1-E/2017 se incluyen límites de contenido de sodio para varios chacinados, caldo, sopa, pan, galletitas, bizcochos y productos similares y se incorporan al CAA masa congelada para pan, milanesa de ..., formados de carne de ... rebozados o empanados, productos para copetín (snacks) y snacks galletas con límites en sus contenidos de sodio. Esta resolución entró en vigencia el 04/01/17 y se otorgó a las empresas un plazo de 12 meses para su adecuación.
- En el Boletín Oficial del 25/09/18 a través de la Resolución Conjunta 1/2018 se disminuyen algunos de los límites de contenido de sodio establecidos en la Resolución Conjunta 1-E/2017. En nuestro blog ya hemos publicado un cuadro comparativo entre ambas resoluciones. Esta resolución entró en vigencia el 26/09/18 y se otorgó a las empresas un plazo de 18 meses para su adecuación.
- En el Boletín Oficial del 13/02/19 a través de la Resolución Conjunta 4/2019 se disminuyen los límites de contenido de sodio establecidos en la Resolución Conjunta 1-E/2017 para caldo, sopa y se incluyen límites de contenido de sodio para mayonesa y ketchup. Esta resolución entró en vigencia el 14/02/19 y se otorgó a las empresas un plazo de 18 meses para su adecuación.
Como parte de la estrategia de difusión y comunicación para contribuir a la promoción de los beneficios de la reducción del consumo de sal, la Red Nacional de Protección de Alimentos (RENAPRA) ofrece un espacio virtual de información abierto y disponible para toda la comunidad.
La disminución de 3 g de la ingesta diaria de sal en nuestro país se evitarían cerca de 6.000 muertes por enfermedad cardiovascular y ataques cerebrales y aproximadamente 60.000 eventos cada año, por lo tanto todas las acciones hacia la reducción del consumo de sodio contribuyen a la salud pública.
Fuentes y lecturas recomendadas:
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