Consideramos plagas a todos aquellos animales que compiten con el hombre en la búsqueda de agua y alimentos invadiendo los espacios en los que se desarrollan las actividades humanas.
Su presencia resulta molesta y desagradable, pudiendo dañar estructuras y bienes y constituyen uno de los vectores más importantes para la propagación de enfermedades, entre ellas las ETA (Enfermedades Transmitidas por Alimentos). Son capaces de llevar consigo parásitos, bacterias, virus por lo que se convierten en los auténticos responsables de un sin número de afecciones tanto en el hombre como en los animales.
Las plagas más usuales en la industria y servicios de alimentos son:
Las moscas y los roedores son capaces de contaminar e inutilizar grandes cantidades de alimentos, por ejemplo, 20 ratas pueden contaminar 1.000 kg de producto en 15 días.
El control de plagas requiere la disposición de los recursos necesarios para minimizar los peligros ocasionados por su presencia y contar con procedimientos y registros de las actividades realizadas. Los controles deben aplicarse tanto en los sectores internos del establecimiento como en los externos incluyendo las zonas aledañas (vecinos).
Para su desarrollo las plagas necesitan alimento, refugio y agua si se rompe este triángulo se minimiza la posibilidad de su presencia y la necesidad del uso de venenos que pueden resultar en un peligro químico en los alimentos.
El control debe focalizarse en la prevención: exclusión, orden y limpieza. Se deben realizar las tareas necesarias para garantizar la eliminación de los sitios donde las plagas puedan anidar y/o alimentarse, se debe disponer de elementos que eviten el ingreso (cortinas, mallas, mosquiteros, sellado de agujeros, puertas autocerrantes, etc.) y mantener orden y limpieza adecuados.
Para evaluar la vulnerabilidad del establecimiento se recomienda realizar una inspección de los siguientes puntos:
Como ya hemos mencionado el control químico (usar venenos) constituye un peligro de contaminación de los alimentos, para evitarlo el mantenimiento del orden y la higiene son fundamentales, por lo tanto se debe:
Por su peligrosidad la cantidad de productos aprobados para el control de plagas para la industria alimentaria y los servicios de alimentos es muy reducido, esto significa que una vez detectada una infestación el control químico obligará a detener la elaboración para la fumigación y respetar los tiempos de carencia para que se pueda volver a la normalidad, esto puede significar varios días sin actividad.
Para el control químico se debe contar con documentación en la que conste el listado de productos a utilizar, memoria descriptiva, nombre comercial, principio activo, certificados de aprobación emitidos por la autoridad sanitaria (SENASA y/o ANMAT), dosificación, hojas de seguridad, etc.
También son importantes las medidas de control físico como por ejemplo trampas de luz y pegamentosas que a su vez permiten el monitoreo de la actividad de plagas para actuar en consecuencia.
En el interior del establecimiento está prohibida la colocación de cebaderas con venenos, solo pueden utilizarse estaciones o cajas de monitoreo, por ejemplo con trampas mecánicas o pegamentosas estratégicamente ubicadas, amuradas o sujetas a la pared para evitar que sean cambiadas de lugar, no deben quedar obstruidas y estar adecuadamente identificadas. Para el monitoreo de las estaciones es importante contar con un plano de ubicación de las mismas.
El control de plagas debe ser llevado a cabo por personal idóneo y capacitado para tal fin. La empresa que realiza el servicio debe contar con habilitación (municipal, provincial) vigente que la autorice para esta actividad.
Los responsables del control de plagas, sea interno o externo, deben orientar y asesorar al equipo de inocuidad sobre lo relevado en las visitas, las acciones tomadas, así como las modificaciones a realizar para lograr mejores resultados. Esta información debe ser clara y estar adecuadamente documentada.
El control de plagas no es simplemente aplicar productos químicos en forma indiscriminada en los distintos sectores de un establecimiento sino que consiste en realizar un conjunto de tareas en forma racional, continua, preventiva y organizada con el fin de disminuir pérdidas por productos contaminados y cuidar la imagen de la compañía.
Fuentes y lecturas recomendadas:
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