Manejo y gestión integral de plagas en la industria alimentaria

09 enero 2024
Manejo y gestión integral de plagas en la industria alimentaria

El control de plagas es un requisito legal para la implementación y cumplimientos de la Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), asimismo es uno de los prerrequisitos para la implementación del Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP) en el que se basan los Sistemas de Gestión de la Inocuidad Alimentaria (SGIA).

Plagas son todos aquellos animales que compiten con el hombre en la búsqueda de agua y alimentos invadiendo los espacios en los que se desarrollan las actividades humanas. Su presencia resulta molesta y desagradable, pudiendo dañar estructuras y bienes y constituyen uno de los vectores más importantes para la propagación de enfermedades, entre ellas las ETA (Enfermedades Transmitidas por Alimentos).

El manejo y gestión integral de plagas requieren la disposición de los recursos necesarios para minimizar los peligros ocasionados por su presencia y contar con procedimientos y registros de las actividades realizadas. Los controles deben aplicarse tanto en los sectores internos del establecimiento como en los externos incluyendo las zonas aledañas (vecinos).

Las plagas para su desarrollo necesitan alimentoabrigo (refugio) y agua si se rompe este triángulo estaremos trabajando para minimizar la posibilidad de su presencia y la necesidad del uso de venenos que pueden resultar en un peligro químico en los alimentos. El manejo debe focalizarse en la prevención: exclusión, orden e higiene.

Se deben realizar las tareas necesarias para garantizar la eliminación de los sitios donde las plagas puedan anidar y/o alimentarse, se debe disponer de elementos que eviten el ingreso (cortinas, mallas, mosquiteros, sellado de agujeros, puertas autocerrantes, etc.) y mantener orden y limpieza adecuados.

Para evaluar la vulnerabilidad del establecimiento se recomienda realizar una inspección de los siguientes puntos:

  • potenciales vías de ingreso: pasto alto, terrenos baldíos, instalaciones vecinas, desagües, rejillas, cañerías, aberturas, ventilación, extractores, mallas metálicas, sellos sanitarios, materias primas, insumos, pallets, tarimas, etc.
  • potenciales lugares de anidamiento: grietas, cañerías exteriores, cajas de luz, estructuras colgantes, desagües, piletas, espacios entre equipos, depósitos, vestuarios, etc.
  • potenciales lugares de alimentación: restos de la elaboración, sector de residuos, pérdidas de agua, agua estancada, depósitos, etc.
  • signos presencia de plagas: en el caso de aves podrían ser nidos, excrementos, plumas; en el caso de insectos huevos, pupas, excrementos y en el caso de roedores pisadas, excrementos, pelos, sendas, manchas de grasa en las paredes, madrigueras, superficies y/o alimentos roídos, etc.

Como ya hemos mencionado el control químico (usar venenos) constituye un peligro de contaminación de los alimentos, para evitarlo el mantenimiento del orden y la higiene son fundamentales, por lo tanto, se debe:

  • limpiar todos los restos de materias primas, productos intermedios y producto terminado en todos los sectores y equipos
  • limpiar todas las superficies pisos, paredes y techos, incluyendo debajo de las mesadas y máquinas
  • limpiar los desagües
  • eliminar agua estancada y derrames
  • estibar materias primas, productos terminados e insumos en forma ordenada sobre tarimas o pallets, nunca sobre directamente sobre el piso
  • retirar y disponer los residuos adecuadamente
  • realizar mantenimiento apropiado en las vías de acceso, incluyendo corte de pasto / malezas incluyendo sectores aledaños y ajenos al establecimiento
  • mantener puertas y ventanas cerradas y si necesariamente permanecen abiertas deben contar con cortinas, mosquiteros u otros métodos de exclusión
  • utilizar luces amarillas en las áreas externas ya que atraen menos insectos que las luces blancas

Por su peligrosidad la cantidad de productos aprobados para el control de plagas para la industria alimentaria y los servicios de alimentos es muy reducido, esto significa que una vez detectada una infestación el control químico obligará a detener la elaboración para la fumigación y respetar los tiempos de carencia para que se pueda volver a la normalidad, esto puede significar varios días sin actividad.

Para el control químico se debe contar con documentación en la que conste el listado de productos a utilizar, memoria descriptiva, nombre comercial, principio activo, certificados de aprobación emitidos por la autoridad sanitaria (SENASA y/o ANMAT), dosificación, hojas de seguridad, etc.

El manejo y gestión de plagas deben ser llevado a cabo por personal idóneo y capacitado para tal fin. La empresa que realiza el servicio debe contar con habilitación (municipal, provincial) vigente que la autorice para esta actividad.

Los responsables del control de plagas, sea interno o externo, deben orientar y asesorar al equipo de inocuidad sobre lo relevado en las visitas, las acciones tomadas, así como las modificaciones a realizar para lograr mejores resultados. Esta información debe ser clara y estar adecuadamente documentada.

Evolución del concepto de control a gestión integral de plagas

El manejo y gestión de plagas no es aplicar productos químicos en forma indiscriminada en los distintos sectores de un establecimiento, sino que consiste en realizar un conjunto de tareas en forma racional, continua, preventiva y organizada con el fin de disminuir pérdidas por productos contaminados y cuidar la imagen de la compañía.

 

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